Intentando conectar con la nostalgia de los videojuegos de los 90′, la estética de “La diferencia es natural” se sitúa en un universo multicolor, incluyendo toda la gama de la rueda cromática, representando no solo un amplio espectro de tonalidades, sino también de formas y texturas diferentes, reflejando esa realidad: un mundo de emociones, intenciones y figuras diversas.